Estacion Baquedano, Está sentado frente a mi. Es
Repulsivo pero no puedo quitarle los ojos de encima.
Su cabeza se balancea al ritmo del metro. mientras
su doble pera descansa sobre una gastada corbata
comprada en alguna cuneta. Su panza sube y baja
mientras los botones de su camisa China están a
punto de explotar. Imagino su enorme ombligo.
Huele a vino y cigarro. Es repulsivo y no puedo
dejar de observarlo. Estación Moneda. El hombre se
pone de pie, me toma del brazo y susurra:
"llegamos, mi amor".
Repulsivo pero no puedo quitarle los ojos de encima.
Su cabeza se balancea al ritmo del metro. mientras
su doble pera descansa sobre una gastada corbata
comprada en alguna cuneta. Su panza sube y baja
mientras los botones de su camisa China están a
punto de explotar. Imagino su enorme ombligo.
Huele a vino y cigarro. Es repulsivo y no puedo
dejar de observarlo. Estación Moneda. El hombre se
pone de pie, me toma del brazo y susurra:
"llegamos, mi amor".