Una mujer me miró a través de la vitrina de un centro comercial.
Y bien, en su mirada me vi con tres hijos, un perro en el patio,
El miedo a perder el trabajo, los prestamos interminables, y
Unos atardeceres de Domingo eternos y lánguidos en la casa de
Sus padres. Sentí el peso de las mañanas iguales, de las tardes iguales,
De las noches repetidas, de los iguales reproches, rápidamente
Desvié la mirada, apuré el tranco y salí a la calle.
Había sobrevivido a uno de esos segundos fatales con que la ciudad
Suele sellar el destino de los hombres
2 comentarios:
hay pasos que daremos o damos solo cuando estamos preparados
lo importante es crecer y estar siempre preparado para cada momento que viene y que no encuentre bien parados
tienes un lindo blog, te dejo un abrazo grande y que estes muy bien
besitos
besos y sueños
Vaya.. qué buena escritura del mayor temor que existe en muchas personas..
El miedo a perder la libertad y de no poder realizar en tu vida aquello que tanto anhelas,
pero sabes ..en cada minuto podemos decidir y
no necesariamente terminarás así como temes..
y si la mujer era tu otra mitad, que te entendía y que tal vez para ella vivir la vida en libertad o a un estilo similar al tuyo, era lo suyo??..
jajaja... el temor a veces nos hacer dejar de lado buenas oportunidades..
ten confianza en ti, en tus actos y en que siempre es de ahora en adelante, sin perder de vista que lo hecho también nos va a entregar su cosecha.. buena o mala..
asúmela como tal... y atrevete... pa la próxima claro..jajaja
desde mi pc.. Mistika
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